
Apenas hace viento, navegamos 12 horas con motor. Nos enteramos por el correo electrónico de que hay otro barco abandonado a la deriva, pero éste no está en nuestra derrota. Pescamos un dorado de unos 6 kg. Cena exquisita. Ya no hay luna, y me agobio un poco porque parece que el barco navega hacia el abismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario